MÚSICA

No parece tan descabellado decir que somos música. Desde épocas muy lejanas y primitivas, al menos desde el Paleolítico medio, alrededor de 50.000 años antes de Cristo, hay evidencias de la existencia del canto colectivo y del uso de instrumentos musicales.

La música es ritual y como arte aglutinante de los pueblos, representa una marca fuerte de la identidad de países y regiones. Casi todos los pueblos se pueden describir a través de su música. Se trata de un patrimonio intangible que nos da forma y arraigo.

El musicólogo e investigador uruguayo Lauro Ayestarán, afirma que "el mapa musical folklórico, de lo que entonces era la Banda Oriental del Uruguay, antecedió a la revolución de Mayo de 1810 y se forjó con anterioridad a los límites políticos en América Latina". Señala que “los grandes cancioneros cabalgan por encima de la geografía. Y los grandes cancioneros son las reales unidades musicológicas, aún más que las razas, las naciones o los simples ámbitos geográficos”.

Música de la Tierra busca precisamente poner en valor ese patrimonio musical compartido entre Uruguay, Brasil y Argentina, buscando reunir a creadores cuyas obras tienden puentes y trascienden fronteras, haciendo de la identidad un concepto móvil e innovador, proponiendo lecturas personales y nuevas, que proyectan nuestras músicas al futuro, sin desconocer sus raíces.

En ese sentido, sentimos que el trabajo que llevamos adelante hace 12 años, tiene un valor ecológico. Y por eso hoy, en el Día Internacional de la Música, reafirmamos nuestra convicción de continuar trabajando por la preservación de nuestro monte nativo musical y por las especies que lo identifican, ofreciéndonos arraigo y forma como sociedad.